Eventualmente hay una idea equivocada relacionada al desarrollo de un proyecto y desarrollo de un negocio. Ambas practicas son esenciales para una empresa, cliente, bien o servicio, pero cuentan con características muy diferentes. El proyecto es una idea pensada para solucionar, mejorar o lanzar un nuevo producto o servicio, diferente de las operaciones regulares de una empresa. La producción de leche es una operación corriente de la empresa, en cuanto acudir a un carpintero y encargar un mueble, puede ser considerado un proyecto.
Los proyectos tienen objetivos claros y definidos que, cuando atingidos, caracterizan el término del proyecto. Esta es otra gran diferencia entre el desarrollo de un proyecto y de un negocio; un proyecto tiene fecha para empezar y terminar.
Cuando piensas en lanzar un nuevo producto o abrir una nueva empresa, será necesario crear un “plan de negocios”, que reunirá informaciones sobre producto/servicio, la influencia del mercado en este negocio, clientes, competencia, proveedores, análisis de oportunidades y amenazas, puntos fuertes y débiles, plan de marketing, estimativas de costes, plantillas financieras, etc.
La creación de un “plan de negocios” puede ser considerada un proyecto, pero el contenido de este documento en sí no, una vez que este contenido aspira abrir una nueva empresa y las empresas suelen ser creadas para durar indefinidamente y no para terminar en una fecha predefinida.
De esta forma, el desarrollo de un proyecto no tiene porque estar siempre relacionado con un nuevo negocio. Los proyectos pueden ser creados para innumerables y distintas áreas de actuación.
Una vez que tengamos claras las diferencias, podemos explicar mejor el concepto de gestión de proyectos. Como hemos dicho, el proyecto es una idea y la gestión de proyectos se trata de la reunión de diferentes habilidades, conocimientos, herramientas, técnicas que harán posible la realización de esta idea. Para que la idea tome forma y resulte en un nuevo servicio, producto (o cualquier necesidad) será necesario pasar por algunos procesos como el planeamiento, la ejecución y control de las actividades.
Entre las etapas necesarias para el desarrollo de proyecto, algunas son fundamentales, como por ejemplo, estimativa de costes y riesgos que asegurarán la viabilidad de la idea. Es necesario administrar también el equipo y las habilidades de cada persona participante del proyecto, conocer técnicas y contar con el respaldo de softwares específicos para esta finalidad, que coordinarán el trabajo en equipo, organizarán las informaciones y eliminarán pasos y procesos desnecesarios, ahorrando tiempo y recursos económicos.
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